Hacer de un libro un arbol
Sobre la presentación de «CULTURA INDEPENDIENTE LA PLATA», por Rocío Estevez
El libro Cultura independiente compila a diferentes autores con el propósito de dar cuenta de las diversas vivencias de la gestión/autogestión cultural en un territorio y contexto socioeconómico determinados, que condicionan las reglas de juego para todes les participantes de la cultura platense. Compilado por Rocío Bergé y Martín Zuccaro, integra a más de 10 autores y autoras, e incluye ilustraciones.
La presentación, con su compilador y compiladora, sus autoras y autores, editor, presentadoras y presentador, con la proyección del trabajo de la ilustradora y con el público, no hizo más que dar cuenta de la importancia de lo colectivo, tanto para gestionar cultura, como para materializar lo pensado en un libro. La presentación cristalizó aquello que el libro propone registrar: cómo circula lo sensible en un territorio particular. Se rescató lo vital de lo vincular en la autogestión cultural platense, y en este caso, podemos ver cómo este trabajo en redes colectivas culmina en el objeto libro.
¿Por qué es importante que este libro exista? Se habló en esta presentación del valor de los libros y de la cultura. Del libro como forma de registro, de su importancia como memoria pero a la vez como un objeto transmisible, con la capacidad de producir efectos. Ahora bien, me permito pensar el objeto libro (y sobre todo este libro) como árbol vivo, que se enraiza sobre un territorio pero que crece, e incluso puede dar frutos. Este libro surge entonces como acción política, como forma de dar cuenta de lo que se ha trabajado en la gestión cultural, pero además con la intención de registrar aquello sobre lo que se debe seguir pensando y reinventando de manera crítica.
Se problematizó en torno a la idea de cultura como trabajo, que aparece hasta hoy cuestionada de manera permanente. ¿Cuáles son las consecuencias de trabajar en precariedad? Surge así también la idea de la cultura como espacio de resistencia, ante las crisis (económicas y de salud). Ser autogestive es estar en una disputa constante por el espacio otorgado a la cultura, y qué diferencia significa tener un Estado ausente o un Estado presente en una precarización de arrastre estructural.
Además surgió la pregunta por el público de la cultura platense. ¿Cómo abrir las fronteras de esos circuitos ya recorridos por quienes los integran? ¿Cómo convocar a quienes no habitan la cultura platense y viven en la ciudad? Pareciera que hay varias ciudades en una.
Por último, me parece necesario rescatar de esta presentación que se haya dado en el marco del festival AÚRA, porque esto vuelve a dar cuenta del carácter colectivo, tanto de la posibilidad de materializar el libro, como de su contenido.